El Pibe
Pases y mares de fantasía
Autor: | Daza Bohórquez, Wilmer |
Mientras todo el estadio entonaba «Pibe, Pibe, Pibe... », Maradona bajó de las gradas, se quitó la camiseta argentina, se la enrolló en el cuello, le pidió al árbitro el balón y, cuando salió el último aficionado, se sentó sobre el esférico en el centro de la cancha, mirando el tablero de marcadores que le repetía de manera inmisericorde: 5-0... 5-0-... 5-0... Ya las estrellas se despedían del fulgor de la noche, y él aún dejaba correr en su imaginación el color de esos goles.