Reseña

Desierto Verde es una obra visual construida a lo largo de una década, entre pausas y retornos, en territorios del suroccidente colombiano transformados por los monocultivos de eucalipto y pino. Con imágenes en blanco y negro impresas en tinta plata sobre papel negro, el libro evoca un mundo donde la vida parece estar ausente, pero aún resiste.

Estos paisajes, que desde lejos parecen bellos y ordenados, esconden un despojo silencioso: suelos agotados, fuentes de agua secas, especies desplazadas. En lugar de bosque, hay plantaciones. En lugar de diversidad, repetición. En este entorno, un árbol nativo —el yarumo blanco— aparece como símbolo de resistencia. Sus hojas plateadas reflejan la luz en medio de una geometría hostil. Es un brillo que no viene del oro, sino de la persistencia.

El libro es también una reflexión sobre las formas de belleza, el costo de los modelos extractivos, y la relación entre lo que vemos y lo que ignoramos. Cada fotografía y cada haiku funcionan como respiraciones contenidas en un paisaje que ha perdido el canto.

Desierto Verde no explica, insinúa. No acusa, pero tampoco olvida. Es una pieza poética con una raíz política, que invita a mirar de nuevo aquello que parecía limpio, fértil, inofensivo.