Reseña

Alfonso divide su poemario en tres capítulos, donde cada uno de los personajes ya mencionados en el mismo orden, hacen parte y protagonismo; siendo “dilección”, el capítulo más corto, que consta de solo dos poemas, pero que, desde el primero —Padre—, se sobrentiende por qué tan breve: Es una cuestión de agradecimiento, de saber que todo está dicho, que la compañía de Abel —Su padre— lo acompaña, y que ya no hay nada más que decir. Tal vez un sentimiento tan próximo a la solemnidad y el respeto que Ávila hijo le tiene a Ávila padre en los versos “No te guardé luto, /no lloré tu partida /porque supe expresar /mis emociones. /De mí no te has ido, /estás aquí, /no delante, no atrás, a mi lado” se puede equiparar, aunque a otro destinatario, al del poeta Amado Nervo y su famoso “En Paz”, cuando éste dice “¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!”.
Este poemario es un cambio constante de sentimientos, donde puedes sentir el dolor del poeta por la ausencia que ha vivido y donde nos podemos sentir reflejados, hasta llegar a sentir entre risas e indignación la perspectiva social que el autor nos muestra.

Billie Jean Madera García
Escritor colombiano