Reseña

98 segundos sin sombra nos ofrece el extraordinario retrato de Genoveva, una joven inteligente e hipersensible que intenta liberarse de una realidad solitaria, sórdida y asfixiante, en el marco de una familia disfuncional y un pueblo remoto sumido en el hastío. Se trata de una novela escrita con una prosa fluida y certera que reconstruye la huida tormentosa desde la infancia arrebatada hasta una adultez ajena, mientras se sobrepone a la relación conflictiva con su padre déspota, a la indiferencia de su madre y a la lenta agonía de su abuela, para terminar buscando consuelo en un gurú que parece robarle sutilmente la
inocencia, así como en su hermanito recién nacido, la luz más brillante de su opaca y anónima vida.
En 98 segundos sin sombra Giovanna Rivero realiza una aguda crítica social desde la perspectiva una adolescente que, sin muchas concesiones, narra la experiencia de crecer en un país como Bolivia donde las imposiciones religiosas, el autoritarismo político y el tedio de lo cotidiano se entrelazan, y que refleja la realidad típica de toda Latinoamérica; y lo hace con una voz lúcida, fresca y corrosiva que escuchamos desde las anárquicas entradas de su diario íntimo, donde atesora el registro subjetivo y personal del curso cotidiano de su vida, como lo hiciera Ana Frank, esa otra niña desesperanzada en quien Genoveva se ve reflejada. Con un lenguaje poético y descarnado, la autora nos permite una inmersión íntima en el mundo emocional de su protagonista, y se confirma como una de las voces más potentes de la literatura latinoamericana contemporánea.