Reseña

La administración del hogar conlleva la sagrada figura de la responsabilidad compartida entre los esposos como coadministradores.
El hogar es el lugar donde se construyen sueños, donde brota la vida, donde crecen las personas y donde se manifiesta el amor humano en su más genuino y pleno significado. Por eso, todo lo que se haga en él necesita ser hermoso y disfrutarse plenamente.
No se trata de una imposición ni del rigor de las obligaciones, sino de un compromiso delicado, sutil e irrenunciable, vivido en libertad y buena voluntad: el amor.
En esta administración no hay jefes; lo que existe es un orden bendecido por Dios para fortalecer la unidad de dos seres que miran en la misma dirección, buscando el bienestar propio, el de sus hijos y el de su familia.
Todo hogar requiere un orden en el cual el rol de los esposos se fundamente en el respeto mutuo, en la distribución equitativa de las responsabilidades, en la administración económica, en la formación y educación de los hijos, en el crecimiento espiritual y en un amor incondicional.
El objetivo básico de este libro es entender que una buena administración del hogar constituye la fortaleza de la relación matrimonial y es el principio de la estabilidad y permanencia de la pareja.