Reseña

Manuel Arboleda, de oficio platero, fue otra de las personas enviadas por son Joaquín de la Flor para examinar al niño, don Manuel también lo citó como testigo y una vez cumplidas las solemnidades “siéndolo sobre que diga, si es cierto que cuando parió la negra Agustina, lo llamó, Don Joaquín de la Flor, con qué fin, y si vio la criatura que parió la dicha negra, si estaba viva o muerta: Responde; que es cierto lo llamó Don Joaquín de la Flor, con el fin de que entrase al cuarto, donde estaba la referida negra y que viese la criatura, si era de color blanco, y que con efecto, el que declara entró, a la pieza donde estaba la dicha negra, que acababa de parir, y que vio la criatura que la había echado muerta, y que era de color blanco, y que volviendo a salir del dicho cuarto le preguntó el referido Don Joaquín, al que declara: ¿Hombre es muy blanco? Y que respondió; Si señor; y que entonces le dijo el mencionado Don Joaquín: ¡hombre los gallinazos también paren los hijos blancos!, desde cuya hora se volvió a retirar a su casa, sin poder declarar más sobre este acontecimiento, porque ignora todo lo sucedido, qué es lo que sabe en fuerza del juramento que tiene hecho, en el cual y su declaración habiéndosela ha leído se afirmó y ratificó, …”