Reseña

Antonella, una periodista que ha huido del amor, investiga la muerte de Aurelio, un niño de doce años, dado de baja en “combate” en un pueblo remoto. Al intentar esclarecer los hechos, se reencuentra con un fantasma del pasado. Este suceso la salva de la soledad y la hace soñar de nuevo en medio del fuego cruzado entre grupos armados ilegales.
La muerte llega disfrazada de ella misma retrata diversas formas de violencia que sufren los habitantes de un país intolerante y excluyente. Estos personajes se hallan indefensos ante la pobreza, la injusticia y el desamor. Todos ellos crean una atmósfera polifónica en donde narran sus desencuentros y coinciden para aclarar la muerte de Aurelio. La historia se entreteje entre los aforismos de Héctor Escobar Gutiérrez y José María Vargas Vila.
Entre una ciudad intermedia y librepensadora, como Pereira, y un pueblo olvidado y polvoriento del eje cafetero, ocurren estas historias, sin más testigos que sus propios recuerdos, el peso de una culpa que no les pertenece y la indiferencia de una sociedad acostumbrada a hacer de la muerte una fría estadística.