Viaje inverso
Autor: | Sánchez Caballero, Freddy de Jesús |
Debajo de las palabras no solo hay etimologías, que nos permiten saber por ejemplo que trivial proviene del latín Trívium: lugar en que se cruzaban tres caminos. Al producirse un encuentro casual en ese punto, la gente se detenía a refilar el paisaje, a construir un frágil entramado de palabras; hablaba de cosas intrascendentes: del último capricho de su gobernante, de lo áspero del trabajo, de lo imprevisible del clima, asuntos triviales, pero que respondían a la primitiva necesidad de las personas por comunicarse, por establecer lazos, diferencias, semejanzas. No es el camino, la palabra es la vía, el arma predilecta para crear imágenes y transmitir emociones. Tras su significado hay fantasías, alusiones ocultas, doble sentido. Bajo su acepción explícita subyacen sus énfasis, sus sonidos, la tonada melancólica de su espíritu y por qué no, sus remembranzas, su génesis, cómo dicha palabra se aferró sutilmente en el pensamiento, pataleó, se resistió a ser domesticada, hasta que por fin fue incorporada a nuestra cotidiana interacción con los demás.