Mis primeros setenta años y otros días
Autor: | Escobar, Eduardo |
Eduardo Escobar fue un lector voraz y desordenado, hacía
parte la “familia de los viciosos ilustres” que recogen
cualquier cosa escrita en busca de un sentido o un gazapo.
Sentía la obligación de terminar cualquier libro que caía en
sus ojos: “Es preciso leer montañas de libros confusos para
encontrar uno claro”, decía con esa flacura de Quijote que lo
distinguió siempre. Su casa era una biblioteca caótica para
intentar esa conversación con los muertos de la que hablaba
Sartre. De algún modo era entonces un espiritista.
Más de cuarenta textos escribió para Universo Centro ese
hombre que pasó buena parte de su primera juventud en
celdas y reformatorios. Dejamos a los lectores una amplia
selección de esas páginas que los harán más flexibles en
política, más densos en literatura, más sensibles a las auroras
boreales de las manchas de aceite sobre la calle mojada y más
dados a la risa que dejan las bellas mentiras.