Reseña

Algunos lugares de Asia Menor, de la Antigua Roma y de Palestina, que hacen parte de la geografía en que se desarrolló el suceso histórico de la muerte y resurrección de Jesucristo, sirven como marco de ambientación a una historia de conversión, en la que se mezclan personajes ficticios y reales con los que el autor intenta aproximarnos a las vivencias de las primeras comunidades cristianas. Hechos históricos como el incendio de Roma en tiempo de Nerón, la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70 de nuestra era, las persecuciones a las nacientes comunidades cristianas, el liderazgo de los Apóstoles en los primeros tiempos del cristianismo y muchos otros elementos verídicos generan el realismo que hace de la obra un relato creíble y apasionante.
El Nuevo Templo nos presenta al hombre como centro del amor de Dios. En medio de la angustia por una existencia sin sentido, extraviado en la maraña de su libertad, el hombre encuentra que Dios no le ha abandonado y que es Él quien, habiendo enviado a su Hijo Jesucristo, le da sentido a su historia, iluminándola por el Espíritu, bajo la guía de la Iglesia.