Reseña

Inspirado en El Principito, Alejandro Ambrad ha construido una breve fábula que interpreta lo que pudo haber ocurrido después al personaje principal de la famosa historia de Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944). El relato comienza con un piloto, esta vez uno de vuelos espaciales, que ha leído muchas veces en su vida El Principito y que se accidenta en un desconocido planeta.
Cuando niño, relata el astronauta, su padre lo llevaba a la biblioteca y ahí conoció el libro de Saint-Exupéry. Al enfrentarse con el famoso dibujo de la boa que ha devorado al elefante y que en El Principito los adultos interpretan como si fuera un sombrero, él en cambio ve en la ilustración la forma de una almohada. No cualquier almohada, sino “la más cómoda del mundo”. Su padre, que conoce la historia de El Principito le dice que no es una almohada, sino que “claramente” es un dibujo de una boa que se ha comido un elefante, que puede preguntarle a “cualquier persona culta y seria” para confirmarlo y que no insista más en que es una almohada. Le sugiere a su hijo entonces que debe “volverse serio” y lo encamina hacia lecturas menos imaginativas y más “adultas”. El piloto, aún un niño, solo recibe una respuesta que lo anima proveniente de su abuelo pues él le dice que en efecto, y sin lugar a ninguna duda, el dibujo es el de una almohada.