Entre cosechas y ríos: el caso de una comunidad campesina colombiana
Autor: | Real Guzmán, Mónica Jazmín |
Colaboradores: | Nielsen Nino, Jaddy Brigitte (Coordinador Editorial) Nielsen Nino, Jaddy Brigitte (Editor académico) |
Prólogo
Ser campesino o tener descendencia campesina no tiene que ser algo porque avergonzarnos puesto que el campesino tiene un papel fundamental en la sociedad.
Según el DANE (2018) en Colombia hay más de once (11) millones de personas que viven en zonas rurales pero muchos jóvenes siempre han preferido radicarse en lugares urbanos con apoyo de sus padres, pretendiendo realizar estudios que no tienen ninguna relación con el campo ya que en su imaginario creen que Colombia es un país industrializado desconociendo que Colombia por naturaleza es un país agrícola porque tiene grandes hectáreas que permiten el aprovechamiento de los suelos fértiles especiales para la siembra, cuido y recolección de frutos, granos, vegetales entre otros. Tal como lo indica la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria con sus siglas UPRA, Colombia cuenta con más de 26,5 millones de hectáreas con vocación agro siendo uno de los siete (7) países que cuenta con una despensa agrícola significativa, teniendo así la oportunidad de comercialización global.
Además, no podemos dejar a un lado la flora, fauna y alimentos que son un motivo de orgullo ya que muchos turistas extranjeros prefieren visitar estas zonas en las que podemos asegurar que son únicas.
Jazmín como autora de este libro desea darnos una mirada de lo grandioso que es el campo colombiano y que nos permite reflexionar en lo fundamental que son los campesinos y los suelos fértiles en Colombia, además, podemos pensar en una forma de motivar a las familias campesinas para que permanezcan en los campos, pero con mejores condiciones a nivel económico y social. Entre ellas, unas que se me vienen en mente y a título personal podrían ser incentivos económicos, educativos enfocados en el campo, pero también la inserción de la tecnología y desde luego una mejora de las carreteras para que permita el acceso con mayor facilidad podría ser a través de vías férreas que están abandonadas hace varias décadas. Entre una y mil ideas más pero que posiblemente podríamos discutir en una próxima publicación.