Sobrepeso y obesidad en niños y jóvenes de instituciones educativas del Departamento del Atlántico
Autores: | Contreras Jáuregui, Fabián Andrés Padilla Morales, Jaime Antonio Contreras Jauregui, Magda Milena Hurtado Ibarra, Edinson |
Prólogo
En épocas donde los términos pandemia o epidemia se han entronizado con profundos índices de aceptación y uso en todos los niveles de la comunicación humana, hay unos que coexisten con el devenir del presente siglo y en transferencia heredada del siglo pasado: sobrepeso y obesidad. Especialmente en las actuales generaciones de escolares, el abordaje de este problema se torna de obligatorio compromiso por los investigadores interesados en los perfiles del particular estilo de vida de los llamados “centennials o generación Z”, y hasta con cierto tono despectivo, también llamados “generación de cristal”.
Y es que el problema de los altos índices de sobrepeso y obesidad no es asunto de menor cuantía, y menos aún en la generación de relevo que debe afrontar otros retos globales como el cambio climático o la seguridad alimentaria, amén del debate universal sobre un mundo multipolar basado en la inclusión y la equidad de género, por nombrar solo algunos rasgos dentro del espectro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS a 2030. De allí que el fenómeno pasa la frontera de un problema particular hasta alcanzar lo sustancial de la vida misma soportada en el equilibrio de la salud para poder garantizar la subsistencia de la especie humana.
Así las cosas, las respuestas de la academia no se han hecho esperar y por ello se reporta infinidad de trabajos científicos en la literatura especializada, sumado al recurrente reporte estadístico que se alimenta desde los organismos estatales y paraestatales, advirtiendo claramente sobre los crecientes alcances del problema. A la luz de la actualidad, hoy se sabe que el sobrepeso y la obesidad no es un asunto de ricos o pobres, tampoco lo es de hombres o mujeres, no se asocia a razas o credos y, lo más preocupante, no es asunto de adultos o niños. La morbo-mortalidad impacta a la humanidad contando en cientos de millones de muertes anuales y multimillonarios costos a los sistemas de salud de los Estados.
Sus características etiológicas están plenamente establecidas por lo que definen al problema como un asunto multifactorial en sus causales, implicando la necesidad de una intervención al problema desde lo multifocal de las disciplinas científicas, utilizando técnicas y metodologías comunes o particulares que conlleven a los fines específicos en busca de soluciones. El IMC de una persona es un indicador de su altura, que se considera esencialmente el peso de su cuerpo. Se calcula a partir de la relación entre el peso de una persona en kilogramos y el cuadrado de su altura en metros.
El IMC ha sido utilizado durante más de 100 años como una herramienta para determinar obesidad y sobrepeso. Es ampliamente utilizado y validado en estudios epidemiológicos por un costo muy reducido y procedimientos sencillos. Esto permite que se realicen mediciones en grandes poblaciones de manera eficiente, lo que hace posible obtener una imagen más precisa de los niveles de sobrepeso y obesidad en una región.
Sin embargo, no requiere equipo especializado ni procedimientos invasivos, lo que lo hace fácilmente accesible para su uso en diferentes entornos, desde consultorios médicos hasta estudios de investigación a gran escala. Esto ha contribuido a su amplio uso en todo el mundo y a su aceptación como una medida confiable para evaluar el estado de peso corporal de una persona.
Sin embargo, también es importante tener en cuenta que el IMC tiene limitaciones y no es una medida perfecta que no tiene en cuenta la composición corporal, es decir, cómo se distribuye la grasa en el cuerpo, ni tiene en cuenta otros factores importantes para la salud, como la masa muscular y la densidad ósea. Por lo tanto, aunque el IMC puede ser útil como una medida inicial de la salud del peso corporal, no debe considerarse como el único factor determinante.
Eso mismo es lo que muy oportunamente nos presentan Padilla, J. Contreras, F. Contreras, M y Mojica, C en la presente obra académica titulada “SOBREPESO Y OBESIDAD EN NIÑOS Y JOVENES DE INSTITUCIONES EDUCATIVAS DEL DEPARTAMENTO DEL ATLANTICO” destacando en especial que el ejercicio investigativo tomó como conglomerados de muestreo a centros educativos de carácter públicos, urbanos y rurales, ubicados en la ciudad capital Barranquilla y en municipios del departamento del Atlántico, norte de Colombia. Muy importante y destacable es el rango para las edades que definieron los autores, desde los 8 hasta los 20 años, abarcando ambos sexos en una franja de la cronología etaria humana donde se cimientan y consolidan las bases del ciudadano, obteniendo resultados que hoy son representativos de una población de 323.688 individuos, entre niños y jóvenes.
Dentro de las novedades que innovan los investigadores está el análisis de la variable principal del estudio (IMC) basado en dos protocolos a saber: el procedimiento matemático tradicional propuesto por Quetelec bajo la fórmula del peso corporal expresado en kilogramos y dividido entre la talla elevada al cuadrado expresada en metros, IMC = PESO/TALLA2 (Kg/m2); así como también analizaron el Índice de Masa Corporal mediante el procedimiento propuesto por Treffethenen (2013). Lo anterior se complementa en los resultados vistos desde las categorías establecidas por la OMS y también los criterios percentilares del Consenso de la SEEDO (2000), como también las tablas de crecimiento y desarrollo válidas o asumidas por el Estado Colombiano.
Dentro de los principales resultados destacan los altos índices de sobrepeso y obesidad en edades críticas alrededor de la pubertad (12 a 14 años), en ambos géneros y bajo el análisis de ambos protocolos, lo que implora el llamado de las ciencias del deporte, la actividad física, el ejercicio físico, el ocio sano y estilos de vida saludable, para asumir e implementar políticas desde tempranas edades sobre esta población, en especial desde la educación física escolar por ser la plataforma perfecta en donde la población acude en la mayor parte del tiempo anual en este rango cronológico, tanto en actividades curriculares, como extracurriculares.
PhD Manuel Cortina Núñez, Investigador Minciencias.
Docente titular Universidad de Córdoba