Reseña

La materialidad de las penas es un libro frontera, un libro que se construyó en el límite entre lenguajes, no solo porque integra distintas formas de expresión artística como la poesía, la música, el collage; sino porque busca que estas formas no solamente se añadan unas a otras, sino que hablen en el lenguaje de la otra, que la poesía se vuelva gráfica contemporánea o que la música sea también poesía visual. Para hacer esto, es necesario fracturar el lenguaje, hacerlo tartamudear, transgredir los límites para crear lazos y pasadizos clandestinos entre una técnica y otra, entre una forma y otra.

La materialidad de las penas es un libro centauro en su composición y un libro pájaro en su contenido que sobrevuela temáticas que van desde el dolor y la pérdida, hasta el conflicto y la guerra política, pasando por el tiempo, la identidad y el olvido.

La materialidad de las penas nos invita a leer de otra manera, a jugar con la palabra escrita como imagen visual y también sonora, con el sentido, con el espacio y la hoja en blanco.