Reseña

El libro “El culto a la memoria, historias y anécdotas de Polonuevo” del licenciado Rafael Villa Carrillo es la respuesta a la actitud colectiva de un pueblo que poco a poco ha dejado morir su memoria a través del olvido y perdiendo así su identidad. Ante la desazón de ver que esa memoria se diluye de nuestras manos, decide actuar, y que mejor forma de preservarla que escribir las historias y anécdotas que le contaron sus mayores y las que él vivió, recopilando un gran número de crónicas que describen un amplio periodo del siglo pasado.
Dividido en cinco capítulos, desarrolla en el primero temas como la historia municipal, la situación geográfica, la hidrografía, pero de inmediato entra a describir, desde la cotidianidad, esa segunda mitad de siglo XX que él experimentó y que recuerda claramente porque son los años de su niñez. Con una prosa sencilla describe a ese pueblo pequeño, de casas de palo o bahareque con techos de paja, calles arenosas, de altos cocoteros y de gente humilde, amable y trabajadora dedicadas en su gran mayoría a las labores del campo, donde la modernidad no había llegado y sus condiciones precarias limitaban la calidad de vida. Desarrolla con detalle temas importantes como la religión, la conformación de la parroquia y su evolución; la educación con los hechos y protagonistas que influyeron en su desarrollo; la economía y las formas de subsistencia del pueblo; y por último nos describe los momentos de jolgorio y alegría que se viven en los carnavales.
El segundo capítulo es dedicado a cuatro personajes, disímiles entre sí y que se distinguieron de alguna forma, ya sea en la música, en la educación, en el deporte y en la alquimia. Así es, este personaje polonuevero estuvo detrás de la piedra filosofal que transforma cualquier material en oro.
El tercer capítulo se desborda en historias, cuentos y anécdotas de un pueblo pequeño, pero rico en personajes excepcionales y en hechos reales que la fantasía envidiaría. Rescata muchas historias que ya estaban perdidas, personas que ya se habían olvidado, hechos que en su momento causaron impacto, costumbres que nos caracterizaron, de la que ya no quedan vestigios.
Siguiendo con la descripción de ese Polonuevo de la segunda mitad del siglo XX, en el cuarto capítulo navegamos entre apodos y refranes, lugares emblemáticos, sitios de diversión y esparcimiento, y desembarcamos en el atracadero de la política, donde narra las costumbres del momento y resalta a algunos líderes que fueron decisivos y que tuvieron en sus manos el poder administrativo local. Pero también nos revela un hecho de carácter religioso, pero que también tuvo una motivación política.
Y finalmente, el quinto capítulo es dedicado al único corregimiento del pueblo llamado Pitalito, manteniendo la estructura anterior, lo describe desde la vida diaria y en sus diferentes facetas, desde su historia, pasando por la educación, la salud, la parte religiosa, la economía, la política, el deporte, el transporte, siempre valorando al pitalitero por su calidad humana.