La Soberanía de Dios
Autor: | Pink, Arthur W. |
Colaboradores: | Benítez Benítez, Julio César (Traductor) Benítez Benítez, Julio César (Editor Literario) |
¿Quién está regulando los asuntos en esta tierra hoy en día, Dios o el diablo? ¿Qué dicen las Escrituras? Si creemos en sus declara-ciones claras y positivas, no queda espacio para la incertidumbre. Afirman, una y otra vez, que Dios está en el trono del universo; que el cetro está en sus manos; que Él está dirigiendo todas las cosas “según el consejo de su propia voluntad”. No solo afirman que Dios creó todas las cosas, sino también que Dios gobierna y reina sobre todas las obras de sus manos. Afirman que Dios es el “Todopode-roso”, que su voluntad es irreversible, que es soberano absoluto en cada esfera de todos sus vastos dominios. Y con seguridad debe ser así. Solo dos alternativas son posibles: Dios debe gobernar o ser gobernado; controlar, o ser controlado; lograr su propia voluntad, o ser frustrado por sus criaturas. Aceptando el hecho de que Él es el “Altísimo”, el único Soberano y Rey de reyes, investido de perfecta sabiduría y poder ilimitado, y la conclusión es irresistible: que Él debe ser Dios tanto de hecho como de nombre.