Tres son multitud, una catorcera...
Autor: | López Gómez, Jorge Anselmo |
Esta historia ficticia, costumbrista, desarrollada en diversos lugares cercanos a la realidad, jocosa, de personajes también ficticios, con apodos cariñosos de su progenitora, basada en una familia numerosa, catorce hijos y una ñapa, un sobrino criado y desarrollado como un hermano más; en cuya familia aún se refleja ciertas costumbres arraigadas de sus ancestros, los indios Guanes. Se inicia con los tatarabuelos, quienes eran claro ejemplo de la raza santandereana caracterizada por la pujanza de trabajadores incansables, de enorme sacrificio, lealtad a toda prueba, responsables en su trabajo y con la familia, de hablar recio, con la sinceridad como premisa, con jerga propia de la región, tal como el manoteo y particularmente, la exagerada gesticulación de manos y dedos.
Existe una característica muy arraigada dentro de esta particular familia, el buen sentido del humor sobre todo en los hombres; algo totalmente incompresible, porque “el jefe”, Arturo y “Doña sabiduría”, Sofía, eran muy serios y de poco sonreír. Lo cierto del caso, es que, por esa facilidad para hacer reír, surgen incontables anécdotas, únicas, extrañas e impredecibles para que las disfruten de principio a fin.
No sé, si como reto o como pregunta: ¿Usted mujer, desearía engendrar una catorcera de hijos?, ¿Usted hombre, podría sostener una familia de ese tamaño y con ñapa? Los héroes de esta historia lo lograron y merecen un enorme reconocimiento ante descomunal proeza. Entonces, iniciemos este relato de principio a fin, cuyos personajes principales Sofía y Arturo, nos dan un ejemplo descomunal de la capacidad de sacrificio y aguante, que prácticamente es imposible que una pareja en la actualidad y en las condiciones que vivieron, puedan emularla.