Reseña

«Amor por el río de la palabra escrita». Así resume Erick Camargo Duncan su vocación narrativa. Un acento personal para abordar realidades y personajes desde la exploración estética e histórica. Efemérides, crónicas y reconstrucciones que evocan momentos y lugares cargados de significados y certezas. Verdades entrelazadas con una entonación lingüística que busca captar la esencia de los temas, y que sabe cómo llevar a sus lectores hasta el final del viaje propuesto desde las primeras frases.

Con esa filigrana y la disciplina propia del orfebre nace su primer libro en solitario, Soñé que nadie moría en la víspera, una recopilación de trabajos elaborados en la última década y publicados en diversos medios impresos y plataformas digitales. Una iniciativa del sello editorial Con las uñas (CLU), que reconoce a un autor que se ha ganado a pulso un espacio de divulgación para su talento, aportando lectores a El Espectador, la revista Cambio, El Heraldo, la revista Global o El Malpensante, entre otros.