Reseña

Las prácticas seguras y sostenibles son dimensiones claves en el fortalecimiento de la economía en las comunidades artesanales, ya que estás propenden por el bienestar integral de los artesanos y la gestión ambiental desde sus oficios, redundando así en el bienestar social, la preservación cultural y un mayor rendimiento del negocio. Reconocer sus maneras, en este sentido, es fundamental para que estas comunidades adopten prácticas saludables y desarrollen productos innovadores sin transgredir sus modos y tradiciones, fomentando así las condiciones personales, ambientales y entre tanto, sociales de los artesanos. Así, las prácticas seguras y sostenibles generan un impacto positivo en el bienestar integral de los artesanos y sobre el medio ambiente, al promocionarse la salud y reducirse los residuos por el uso de material naturales o su reutilización, en medio de las tradiciones y de los oficios sostenibles.

Respecto a las prácticas comerciales, es importante considerar que estas comunidades artesanales desarrollan sus actividades según los principios de producción responsable, cooperatividad y justicia social, entre los cuales el acceso equitativo al conocimiento y a las oportunidades de participación, son fundamentales en el ámbito de la economía popular y de manera consecuente para el desarrollo local, regional y la mejora de la productividad en la zona rural.