Reseña

Hablar de interculturalidad en latinoamérica exige poner de manifiesto las asimetrías y desigualdades como resultado de los distintos mecanismos de opresión, discriminación y exclusión de quienes históricamente han sufrido las consecuencias de las formas en que se ha ejercido el poder social, económico y político en esta región. Dada la complejidad sociopolítica derivada del proceso de invasión, colonización, conquista de estos territorios, surge la necesidad de adjetivar los estudios interculturales desde perspectivas críticas; como proyecto
de denuncia, resistencia y lucha ante la diversidad de violencias estructurales, las cuales se materializan en lo cotidiano y reproducen la pobreza y miseria en las poblaciones. Si bien estas violencias se enmarcan a partir de grandes procesos de dominación-explotación, es importante reconocer la organización y las contranarrativas de las comunidades que tienen como horizonte la emancipación, la construcción de otros escenarios sistemas-históricos, alternativos al sistema-mundo-moderno1 en el que vivimos (Grosfoguel, 2007,
p.118), como lo propone Arturo Escobar, pensar e imaginar desde la diferencia para constituir redes globales (de mundos locales y regionales alternativos) de historias locales (2003, p. 59).