Adiós a los libros
Autor: | CABRERA JACOBO, GILBERTOCabrera Jacobo, Gilberto |
Los amaneceres eran diáfanos y las actividades precisas y cotidianas con los días luminosos. Pero sucedía igual en las ocasiones que había lluvias y fríos cortantes.
El territorio era aún un inmenso paisaje natural con pocas casas y habitantes tan sencillos y verdaderos como las propias flores que crecían a lo largo de su extensión. Sus habitantes conservaban lo delicado de la vida campesina, como la ha sido siempre, trabajando. Cariñosamente alegres y llenos de esperanza en cada fruto que plantaban y soñaban cómo algún día las cosas iban a ser diferentes y que la aguda muerte no los alcanzara antes de ese tiempo.