El ladrón de julios
Autor: | Gonzalo Fajardo, Dayana |
Mi nombre es Julio César Romero. Fui el primer Julio en ser robado. Antes de esto era
taxista, no me gusta manejar, pero en Bogotá encontrar trabajo es difícil, así que mi
padrino me ofreció uno de sus taxis y acepté por necesidad. Vivía con Mary, mi esposa,
y mis hijas. Pobres, no imagino el dolor y la angustia que tuvieron que sufrir. El día de
mi rapto me solicitaron un servicio por el radioteléfono para recoger a un señor en la
entrada del World Trade Center a las seis de la tarde, ahí, en la cien con séptima. El tipo
era muy elegante, de unos sesenta años, pelo canoso, gafas y un maletín. Cuando lo
recogí me dijo, con acento argentino, que iba a Altos de Yerbabuena, pero como eso es
casi saliendo de la ciudad le dije que no podía porque ya tenía que entregar el carro. El
tipo me ofreció una propina de veinte mil pesos aparte de la carrera y yo acepté
pensando en comprarle algo a Mary para que me perdonara por una discusión que
habíamos tenido la noche anterior.