Reseña

Este escrito ronda la idea del juego en la vida del ser humano, como instrumento de la inteligencia humana para solucionar los problemas que enfrentará en la vida y como herramienta para las soluciones de los conflictos de la humanidad. Y, en ese rondar por este tema, se hace una revelación: el seno materno es el juguete ideal para el desarrollo cerebral de los niños.
Envuelto en su burbuja de líquido amniótico el bebé disfruta de la música, la danza, la alegría, la salud, el optimismo… de su madre, de su padre y de las voces y los seres. Su confianza en la vida y en el mundo, se inicia allí. El bebé intrauterino disfruta de este juego.
Debería haber un juguete que estimulara en forma simultánea los cinco sentidos en una misma sesión y que por lo demás, no agote la capacidad de asombro, interés y de imaginación del niño. ¡Sería el juguete perfecto!
La lactancia es una interacción favorable para el desarrollo infantil y constituye un momento único e irremplazable para entablar un vínculo entre la madre y el hijo, y es una de las interacciones más significativas en una relación humana. Es una escena en la que los cinco sentidos del niño están en juego y en la que la madre participa. ¡El juguete perfecto, preferido y principal!
Es bueno que los padres comprendan que la publicidad de los medios no respalda sus objetivos de alentar la curiosidad y el aprendizaje de sus hijos. Los comerciantes de las leches artificiales atentan contra ello y contra la evolución humana, fomentan la pasividad y el consumo de la creatividad de los demás, más que el aprendizaje activo y el juego social interactivo.