Anecdotario de un registrador municipal del estado civil
Autor: | Oviedo Losada, Édgar |
Esta obra pretende mostrar la parte humana de la Registraduría Nacional del Estado Civil, aquella parte de la relación usuario-funcionario a través de leyes y normas que la regentan.
Los usuarios conforman ese grupo humano que es la razón de ser de toda entidad y hacia quienes va dirigida la atención por parte de los funcionarios. Sin los usuarios no tendría vida la organización.
Dada esa relación, se presentan situaciones que atraviesan por estados de crisis y satisfacciones de parte y parte.
Se dan momentos críticos cuando el desconocimiento de la normatividad por parte de los usuarios produce algún enfrentamiento entre las partes, en los cuales el funcionario debe actuar con la debida cautela, tomando una actitud didáctica para llevar el conocimiento y convencer al usuario de la manera correcta con que se debe llevar a cabo el procedimiento solicitado.
Hay que tener en cuenta que estaremos siempre ante una persona de la cual solo vemos la parte exterior de ella, pero no conocemos su estado emocional al momento de la solicitud de atención.
Otras situaciones son aquellas en que somos testigos de situaciones que se presentan en los municipios como desastres naturales, ataques guerrilleros o alteraciones del orden público, en donde somos afectados como funcionarios y como ciudadanos, directa o indirectamente.
También nos topamos con usuarios que tienen una situación especial y, para la cual, debemos actuar en consecuencia, como acudir a realizar la satisfacción de su necesidad yendo a sus lugares de residencia, con tal de cumplir con nuestra función constitucional.
En los certámenes electorales nos encontramos, algunas veces, en situaciones en que ha peligrado nuestras vidas por lo sectarios en que se convierten los seguidores de algunos candidatos, partidos y movimientos políticos, que esperan que su candidato o candidatos ganen la elección a cualquier costo.
En todos esos momentos logré actuar debidamente con la consecuente satisfacción y, a los momentos más difíciles, sobreviví.
ÉDGAR OVIEDO LOSADA