Caracterización y Mapeo del Suelos de las Zonas Arroceras de Colombia
En Colombia se encuentran cuatro zonas arroceras, centro, llanos orientales, caribe seco y húmedo, cada una de ellas con características propias en clima, suelo, y relieve, de las cuales su comportamiento especifico se ven reflejados en la productividad del cultivo del arroz que para el año 2021 sembró en el cereal aproximadamente 544.636 hectáreas.
Este cereal hace parte de la alimentación básica de los colombianos y cuenta con una amplia gama de materiales para su producción en el campo. Cada material tiene un potencial genético que le permite tener una adaptabilidad, rusticidad y verse traducido en productividad frente a las condiciones ambientales a las cuales sea sometido.
Sin embargo, para que ese potencial sea aprovechado, la nutrición juega un papel fundamental en lograr que las plantas puedan tener una mayor manifestación del potencial productivo. Dentro de ese contexto, el suelo es unos de los factores de mayor importancia para el desarrollo de cualquier cultivo, pues de él, las plantas toman los nutrientes disueltos en la solución del suelo de acuerdo al nivel de fertilidad. La absorción de los nutrientes se hace mediante las raíces. Por tanto, el suelo debe tener la capacidad de almacenar agua para su posterior absorción, de permitir un intercambio gaseoso con la atmosfera mediante los poros (macro, meso y microporos) y de contar con unas condiciones apropiada para su penetración normal y no entrar en un gasto energético que no permita completar su crecimiento y desarrollo.
Para el desarrollo de este cultivo, en Colombia contamos con suelos originados por la influencia de la actividad de formación de la cordillera de los Andes. Sumado a la acción de los cuerpos de agua sobre las áreas que recorren durante su nacimiento hasta su desembocadura. Sin dejar atrás, los fenómenos de meteorización a los que han sido sometido y al material parental de origen. De acuerdo a esto, en el país podemos encontrar suelos de una alta variabilidad dentro de una misma área en color, texturas, estructura, profundidad efectiva y contenido de nutrientes.
La importancia del conocimiento de las características del suelo tanto en su parte química como física toma más relevancia, partiendo de la premisa, si el suelo es el indicado para suplir, alimentar a la planta y alcanzar su optimo desarrollo y verse reflejado en productividad o de convertirse en un problema por el desconocimiento y el no desarrollo de las practicas adecuadas.
De acuerdo con lo mencionado anteriormente, un factor importante para desarrollar una excelente actividad arrocera es la toma de decisiones óptimas y eficientes, que depende de las necesidades y condiciones que encontremos en un diagnóstico previo. Para evitar la realización de labores de preparación inadecuadas que pueden llevar a la pérdida de capacidad nutritiva y verse reflejada en el aumento de uso de fertilizantes para suplir las pérdidas de la fertilidad del suelo afectando directamente los costos de producción.
Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones, la Federación Nacional de Arroceros Fedearroz – FNA, en el marco de su programa Adopción Masiva de Tecnología AMTEC y su estrategia de integralidad. Tiene como objetivo el diagnóstico del estado físico y químico de los suelos arroceros, a partir de la realización de calicatas y análisis de muestras de suelos en laboratorio. Por ello hemos realizado este análisis que expresa la recopilación de información de los suelos arroceros en Colombia, sumado a las investigaciones generadas a partir del Fondo Nacional del Arroz y herramientas como el Sistema Integrado de Fertilización Arrocera SIFA-Web y Sistemas de Información Geográfica SIG, para poder generar una toma de decisiones óptimas y eficientes encaminadas en llevar un manejo integrado del suelo.