Cambio climático y racismo
Autores: | García Pachón, María del Pilar Mena García, María Isabel García Duarte, Ricardo Nail, Sylvie Murillo Martínez, Pastor Elías Vásquez Camacho, Carmen Inés Mendes France, Mireille Fanon |
Colaborador: | Sánchez Espitia, Keilyn Julieth (Compilador) |
Las disertaciones y análisis derivados de la edición número veinticuatro de la Cátedra Democracia y Ciudadanía, denominada Retos de la vida y cambio climático (2017-I), así como las reflexiones desarrolladas en el marco del Seminario Internacional Racismo y discriminación racial en la educación superior, organizados por el Instituto para la Pedagogía, la Paz y el Conflicto Urbano de la Universidad Distrital (Ipazud), se convirtieron en exigencia de retorno a nuestros puntos de origen común: la Pachamama y los hijos del África.
Sin embargo, este retorno se tiñó más de olvido que de memoria, pues develó las consecuencias del aislamiento y silenciamiento de dos luchas históricas que hoy desgarran los gritos ensordecedores de la tierra y la humanidad: cambio climático y racismo.
Las políticas energéticas de las grandes potencias, el uso desmedido de petróleo, carbón y gas, y la deforestación y contaminación producidas en el mundo durante los últimos años, cimentó una suerte de terrorismo ambiental que, alentado por la industria y el consumo, ha venido arrasando con todo rastro de vida en la tierra. De esta forma, el derroche exacerbado de los recursos naturales ha demostrado, cada vez con más fuerza, que la naturaleza no es muda y que tarde ha notado la humanidad, su irreparable cansancio.
Aunado a la destrucción progresiva de la tierra, las banderas de una lucha de más de quinientos años alzarían su llamado. Aunque ya no es necesario presentar ante la corona española un certificado de blancura, la pigmentación de la piel sigue siendo objeto de desprecio y marginalidad. La persistencia y reproducción de prácticas de exclusión y segregación racial, permiten entrever las heridas de un crimen humano que, a diferencia de otros hechos atroces, ha carecido de procesos de reparación y reivindicación.
En el marco de lo anterior, las líneas que componen este texto buscan promover el reconocimiento y transformación --en la medida de lo posible--, de las huellas de la destrucción, aquellas que han arrasado de manera paulatina con lo humano y lo natural, dejando como resultado la imagen de un futuro sin origen.