Centros de escritura y aulas de clase. Investigación y experiencias en pandemia
Colaboradores: | Marín Altamirano, Catalina (Coordinador Editorial) Peña Rengifo, Célimo Alexander (Coordinador Editorial) |
El volumen Centros de escritura y aulas de clase: experiencias, retos y estrategias durante la pandemia está conformado por 13 capítulos organizados en dos partes, una que agrupa los que reportan investigaciones ꟷen distintas etapasꟷ, y otra que recoge experiencias. Las propuestas brindan reflexiones, describen implementaciones y recuperan prácticas para referir aprendizajes desarrollados por estudiantes, docentes, centros de escritura e instituciones, a partir del confinamiento al que obligó la pandemia por COVIDCOVID-19.
Las medidas sanitarias generaron complicados retos educativos que han podido ser asumidos como una oportunidad, pues se visibilizó que no estábamos preparados para enfrentarlos, especialmente en cuanto a falta de conocimiento sobre modalidades de enseñanza a distancia y uso de tecnologías para el aprendizaje por parte de docentes, estudiantes y autoridades, así como carencias de infraestructura en las instituciones.
El análisis y recuento de esas experiencias resulta relevante porque proporciona estrategias para integrar tecnologías, ajustar propuestas didácticas, acercarnos a modalidades alternativas de enseñanza, compartir experiencias y desarrollar nuevas miradas para los procesos de enseñanza-aprendizaje de la escritura que es el tema central, y sobre otros asuntos importantes como las emociones, la inclusión o la instrucción matemática.
El alto al que forzó la pandemia fue la ocasión que permitió desarrollar, aunque de manera precipitada, una serie de recursos que con el regreso a las aulas y la modalidad presencial se han incorporado con más énfasis y nuevas miradas a los escenarios educativos, generando un cambio significativo que presenta ventajas en aspectos como el uso de la tecnología para la gestión del tiempo, el fomento de la autonomía y la autorregulación del aprendizaje.
Aunado a lo anterior, los tiempos de confinamiento impulsaron el intercambio y colaboración entre instituciones, organismos, docentes, familias y estudiantes, pues ante la necesidad de atender las condiciones académicas emergentes, se tendieron redes de apoyo y comunicación solidarias a escalas tanto locales como internacionales, a través de las que se compartieron recursos teóricos, pedagógicos, tecnológicos, didácticos, emocionales y de otras naturalezas para enfrentar la situación.