Reseña

Nuestra voz tiene el tono que la garganta y las cuerdas bucales permiten, nuestros gestos, así como nuestras huellas digitales tienen un diseño único e inconfundible, intransferible. Al mirar, observamos lo próximo y lo lejano, lo ausente y lo presente, de acuerdo con la arquitectura genética de nuestros ojos y de nuestro cerebro. Una imagen poética que creamos es por tanto un diseño de este mirar, recoge toda nuestra energía, equilibrio o conjugación orgánica del estar ahí frente a todo o en ausencia de todo.