Reseña

Un libro es un camino que se construye a través del diálogo, de las preguntas y las respuestas, de las sensaciones y la memoria.

Este Sendero, como bien se lee en el título, se ha situado en Heidelberg y lo siguen dos musulmanes. Esto es curioso: dos mudéjares, que es el nombre que adquieren los islámicos que se mueven por territorios cristianos, hablan de la vida sin que en ellos medie más religión que la creada entre un Maestro y su alumno, y sin más fe que el encuentro. Es una construcción de pasado y presente que tiene en cuenta asuntos como el amor, la política, el sentido de estar vivos y la posibilidad de que Dios no se meta en nada ni con nadie. Una posibilidad con mucho sentido, pues sólo así existe la libertad.

Libros como este, son los que llamamos de cabecera porque confrontan, definen, imaginan, crean deseos y, al final, admiración. Y uno, como lector, con cada cuestionamiento y certeza, va hacia adelante reflexionando un hecho concreto: vivir vale la pena cuando se tiene conciencia de por qué estamos en ella.

Escrito en Medellín, donde la vida pasa volando y por estar mirando hacia abajo no la vemos.
—Memo Ánjel