Reseña

Tras la firma de los acuerdos de paz de La Habana, Colombia afronta nuevos retos relacionados con el manejo de la seguridad rural. Estos desafíos consideran aspectos fundamentales establecidos por el derecho internacional, así como la evolución histórica de la seguridad pública y el concepto de víctima.

Identificar los conflictos y violencias que surgen en las diversas comunidades del país exige un trabajo conjunto que permite conocer sus particularidades, para promover escenarios de diálogo y construcción colectiva. Al identificar los focos de conflicto, es posible desarrollar estrategias de seguridad encaminadas hacia la prevención, enmarcadas en el respeto a los derechos humanos y a la promoción de la convivencia ciudadana.

Involucrar a las comunidades en los procesos de desarrollo genera un clima de confianza mutua, que fortalece lazos de solidaridad y promueve la activa participación en la identificación y solución de problemáticas locales, que se ajustan a sus necesidades.

Este libro recopila las experiencias de algunas comunidades rurales del Caquetá, Antioquia, Putumayo y Guaviare, y en el cual se plasma la triste realidad, enmarcada por la pobreza, la violencia, la victimización y la ausencia estatal.

Lejos de promover una solución mágica a las problemáticas del país (tan complejas como múltiples), la prevención es una estrategia que permite el conocimiento detallado de las comunidades, para así implementar estrategias de intervención comunitaria adecuadas a sus características y necesidades.