Reseña

Desde hace mucho tiempo tenía la ilusión de escribir un libro donde dejaré plasmada la historia de mi vida y con el ánimo de que sirvan de ejemplo a todo aquel que lo lea. Contaré las vivencias que junto a mi familia me tocó vivir y son las que hoy me han obligado fuerte, a luchadora y vencedora de miles de batallas.
Hoy se cumplen siete décadas de haber venido a este mundo, de estar guerreando la vida en esta infinita batalla de la que me siento victoriosa. La gloria sea para Dios. Gracias a él aún tengo lucidez mental. Hoy paso a otra etapa de mi vida, este 15 de agosto de 2023 he querido escribir mis vivencias en un libro y poder compartirlo con ustedes antes que los años nublen mi memoria y mi historia se vaya conmigo a la tumba.
Hoy el Señor puso ángeles terrenales en mi camino para hacer realidad este difícil pero no imposible sueño. Comienzo una nueva etapa de mi vida. Comienzo a vivir mis horas extras, a sentir el peso de los años, se llegó el ocaso de mis días, mi piel se seca y se arruga, mis recuerdos vuelan como hojas marchitas que se lleva el viento. Mi andar será más lento, tendré dificultades para valerme por mí misma, para comer, para masticar, para tragar, para hablar, para recordar, para ver, para dormir. Hoy me duele el alma por los momentos tristes que me ha tocado vivir y que no he podido superar. Las dolencias del cuerpo y del alma constantemente me abruman y me atormentan, pero siempre me digo: ESTAR VIVA ES GANANCIA. Cuando me miro al espejo siempre me pregunto: Dios mío ¿Dónde quedó aquella niña de figura estilizada de los años de juventud? ¿Dónde quedaron aquellos ojos verdes de mirada brillante y profunda como el mar? ¿Dónde quedaron aquellos ojos que me hicieron merecedora de tantos elogios y piropos de todo el que me miraba? Hoy mis ojos lucen empañados por las lágrimas escondidas detrás de unas incómodas gafas que me obligan a usarlas para mejorar mi visión. Hoy mi andar es lento y cansado, cojeándole a la vida, esa vida por la que tanto he luchado. Tendré que acostumbrarme a llevar otra forma de vida y delegar funciones. aunque me duela haré, como siempre, las terapias que me den vida, que me alegren el alma, como mis oraciones a Dios para que me siga concediendo salud y sabiduría para ventilar mis penas a través de mis canciones, mi familia y el afecto de la gente de este bello paraíso que me vio nacer, mi Majagual del alma, Majagual de mis amores.