El Paladín y el Arado
Autor: | Monroy Pardo, Pedro José |
En esta novela, presentamos a Hermeregildo como protagonista real, con un pasado existente, que vale la pena retomarlo en cuanto al rescate de valores, saberes, testimonios, respeto por la palabra, la honradez y responsabilidad de los quehaceres del hombre, la unión familiar y la búsqueda el bienestar común, y conocimientos de una cultura viva. Es una representación de virtudes del campesino boyacense que vale la pena reconocer y aprender de él, en esta época conflictiva e insegura donde cada día se cosechan odios por todos los recovecos del mundo, donde la humanidad clama por alimento todos los días, pidiéndole a Dios les conceda un bocado de comida para mitigar el hambre, pero el campesino, es el que hace posible esta petición, cultivando y cosechando a pérdida, solo por conseguir algunos alimentos para su familia y sus animalitos en el campo. Los lugares descritos, son escenarios de belleza eterna, dotados de gran hermosura, aire limpio, con paisajes preñados de mies, apretados árboles de frutos. La figura de Hermeregildo no se aprecia porque se desconoce la propia historia del labriego de Ramiriquí, quien fabricó con sus manos una tierra de libertad. No se tiene noción de quién es, ni lo que representa, para muchos es apenas una mole de piedra sin sentido que está en el parque de Ramiriquí, por esto y mucho más, se escribe esta novela, con el fin de rescatar del olvido la labor de los hombres y mujeres que han labrado el progreso de los pueblos, visitados y admirados por propias y extraños los fines de semana o en las festividades tradicionales, pero, como a todo señor todo honor, es más que necesario conocer parte de la historia de Ramiriquí a través de nuestro protagonista, perfectamente referenciado en cada golpe de martillo y cincel que plasmó el mismo maestro Marco Tulio Castañeda, en la escultura que está justo al frente de la fachada de la iglesia del parque de Ramiriquí Boyacá.