Reseña

«...La fuerte resistencia de los antepasados Wayuu se fundamentó en la exigencia de respeto a los patrones culturales cimentados en la cosmovisión y la espiritualidad ancestral, lo que implica una estricta garantía para la protección de la integridad física y cultural, por lo que ha sido una constante en la relación histórica y sociocultural del pueblo Wayuu en la península, donde fue posible establecer acuerdos de respeto y convivencia con otros pueblos nativos de la región, acuerdos que nunca han sido posibles establecer con los actuales alijuna (persona no aborigen), quienes aún mantienen el espíritu depredador y codicioso que han heredado de sus antepasados europeos.

Por tanto, la actual estigmatización del pueblo Wayuu no es un asunto nuevo, dado que la estrategia de satanizar la cultura ha sido perversa desde el proceso mismo de evangelización a través de las Misiones Capuchinas y los Orfelinatos Católicos, por lo que fue un fracaso inicialmente debido al fuerte arraigo cultural de los antepasados Wayuu, quienes se opusieron decididamente a los cambios de patrones culturales y religiosos que imponía la doctrina católica, dando lugar a la expulsión violenta de los Misioneros Capuchinos durante la famosa Rebelión Wayuu de 1769...»

Los autores