Reseña

La poeta juega con nuestra sensibilidad espiritual, muchos de estos textos son un llamado fuerte, abrupto. Un merecido grito de ahogo, por un clamor de una tierra que a diario llora, mientras sus dolientes, todo les importa poco o casi nada; ríen por un momento banal y se dan bocanadas de polución.

Damaris Castro Ospino, oriunda del municipio de Santa Catalina de Alejandría (en honor a la mártir), hermoso enclave del departamento de Bolívar, nos presenta su segunda obra “El lamento de los vientos”, un sonoro conjunto de poemas que van desde el clamor a la son-risa, pasando por los deseos y pasiones de quien ama y recuerda con profundo cariño y admiración, a quienes, de una u otra forma, le han brindado un gesto de paz, de enseñanza e incluso, de reproche.

Hay muchas facetas de la poeta en el trascurrir de estas páginas. Sin temor a equivocarme, puedo escribir que, ella, la poeta, se autobiografió. No dudó en desnudarse de sus temores y aciertos e incluso, en haber sido lapida-da alguna vez. Algo muy normal en nuestra sociedad, en nuestro andar… el cultural.

Para terminar solo debo recalcar que la lectura de un libro debe ser agradable… que te haga investigar, analizar, que cree confusión; que te sientas perdido, pero con el interés de que en sus páginas, encuentres respuestas. La lectura de un libro debe crear una música, que se convierta en una banda Sonora, que sus notas te hagan tararearla una y otra vez, ella — la poeta — en mí, lo logró, dejó huella.


Alfonso Avila Pérez
Editor