Reseña

La disciplina de la administración, durante los últimos 40 años, se ha contemplado en la sociedad como una carrera práctica que busca delimitar la mejor forma de gestionar recursos humanos dentro de una empresa, a fin de que esta pueda lograr las metas que se propone. Cuestiones como la conformación de una empresa, los movimientos del capital, las inversiones, ganancias o pérdidas de dinero son aspectos que se suelen contemplar dentro de esta disciplina. En forma mucho menos común se consideran aspectos como el conocimiento generado al interior de una empresa, o incluso la reflexión en torno a dicho conocimiento, con lo cual ya se podría hablar de una filosofía de la administración.
Sin embargo, la administración, como toda actividad humana, necesita reflexionar en torno de su funcionamiento, características y objetivos, a fin de poder optimizar su desempeño o conseguir las metas que se propone o incluso reformularlas en objetivos más realistas y prácticos. La reflexión con respecto a la actividad administrativa y los supuestos en los cuales esta descansa constituye, si bien no en forma evidente e inmediata, un ejercicio muy relevante y que repercute en forma directa con el accionar de esta actividad. Así, se reflexiona en torno de los procedimientos de la administración, la gestión de recursos e incluso las relaciones humanas que se producen dentro de estos contextos. Cabe la posibilidad, entonces, de que se genere un tipo de conocimiento como parte del accionar practico administrativo, el cual se debe procesar y, después, aplicar al ejercicio de la gestión de recursos. Toda actividad humana genera conocimiento, y la administración no es la excepción.