Reseña

El gobierno liderado por Gustavo Petro se plantea reenfocar la política de drogas de Colombia. La lectura del informe de empalme en la materia, ha generado un conjunto de reacciones que, a juicio de quienes escriben el presente documento, son más que justificadas. Vivir ajeno a la realidad de un mundo prohibicionista es, sin dudas, el primer paso hacia el fracaso de cualquier propuesta que se elabore.
Entre las metas que se ha planteado Gustavo Petro para su gobierno se encuentra dar a conocer qué significará en términos prácticos el reenfoque en su política de drogas. Por ello, es claro que el futuro inmediato implicará un debate alrededor de la propuesta y su viabilidad en el marco de las convenciones internacionales. Ante esta realidad política que ocupará parte de la agenda pública más inmediata se propone un research paper que aborde la cuestión delimitando el margen de maniobra que ofrecen las convenciones a través de sus conceptos jurídicos indeterminados. Términos como “uso médico”, “desarrollo industrial”, “uso alternativo”, “desarrollo científico” contenidas en las convenciones no cuentan con una definición en los tratados. Por ello, dotarlas de contenido, observando los parámetros que ha establecido la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (en adelante, JIFE), reduce o amplía, según el punto de vista, el universo de posibilidades para el gobierno, así como el éxito o fracaso de su propuesta.
Todo lo anterior se propone con el ánimo de dar herramientas al nuevo gobierno, pero también, promover un debate político en la materia que sea serio, responsable y que permita lograr avances en materia de protección ambiental, protección de los derechos humanos y construcción de paz.