Por las venas de una maestra
Autor: | Echeverry Caicedo, Sandra Patricia |
Colaboradores: | Jousef, Siham (Coordinador Editorial) Delgado Delgado, Willy Ariel (Director) |
Nadie dijo que sería fácil… Muchos lo opinarán de esa manera, muchos simplemente lo aceptarán, lo ratificarán o muchos con un simple movimiento de cabeza en negativa, pensarán lo contrario.
La profesión docente, uno de los retos más difíciles por todos los siglos de los siglos, ha dejado en nuestras venas la sangre misma del coraje y de la fortaleza.
Ni siquiera podemos pensar que es una profesión, un trabajo o una ocupación… es una Vida. Una vida que se apoderó de la nuestra el día en el que, con intensa timidez o temor, nuestra mano firmó un acta de posesión para ejercer el cargo de Maestros.
Un arte que plasmó en nuestras entrañas el verdadero don de Servir y de reflejarse en la existencia de otros con los que no podíamos fallar ni fracasar, porque de nuestras actuaciones se tejían los hilos de su propia existencia.
Las reflexiones que, de la cotidianidad, se presentan a continuación, han sido plasmadas en prosa como relatos y en verso como escritos que atrevidamente llamo poesía.
Déjenme decirles que esto de ser Maestros con M mayúscula, podría igualarse con “tener Madera”, “ser de Metal” o también “Morir en el intento”. Se necesita para tener éxito recurrir a las fuerzas de los más grandes guerreros, de hacer las más grandes entregas y los más inmensos sacrificios. Aquel que denigra de la profesión docente, sencillamente no ha asimilado lo que involucra esta tarea de fortalecer y de orientar vidas humanas. Seres que en un aula de clase contienen dentro de sí, destinos diferentes, sueños diversos, anhelos divergentes y necesidades casi similares.
La esencia de este arte no se experimenta detrás de un escritorio directivo ni gubernamental, ni mucho menos en quien cree que su discurso en contra, es apropiado en una realidad social y cultural como la nuestra.
Ser Maestro es un honor, un orgullo, un desafío que nos invitó un día a abandonar nuestra propia existencia apostando por el crecimiento de otras.
Fuera de reflexionar sobre lo complejo, la cotidianidad se vistió de angustia y acompañados del mundo entero, esta generación se vio sumida en el holocausto de una pandemia. Ella con sus garras dantescas invitó a reconsiderar lo vivido y los anhelos adornados de incógnitas.
Lo experimentado ha dejado enseñanzas de superación en medio de otras no muy positivas, pero permitió darnos cuenta que somos seres pequeños ante la furia de la vida, que somos almas dependientes ante los designios del destino.
Agosto de 2022