Reseña

Desde niños implantaron en nuestra mente el sueño de una vida mejor a través del trabajo en un país donde las oportunidades para hacerlo fueron utópicas.
El protagonista de esta historia, siguió muy bien las instrucciones, estudió y se preparó para tan anhelado sueño: obtener el rédito necesario para vivir a través de su fuerza productiva. Sin embargo, se encuentra con la realidad que el autor crudamente narra en las líneas de este magistral ejemplar.
La desesperanza en los jóvenes que sienten que no hay lugar para ellos no es gratuita; y qué decir de los adultos jóvenes y los adultos mayores. En este lugar no hay sitio para nadie.
Fue así como me identifiqué al tomar este libro en mis manos que sentí una mezcla de emociones:
Júbilo total por ser testigo privilegiado de tan majestuosa obra en medio de la precariedad; escozor por la intuición de ver reflejada en palabras una realidad de barbarie, temor por la palabra dicha en un medio hostil que cercena lo que no conviene al sistema, emoción por la visualización del éxito rotundo de un escritor que narra a través del análisis crítico de la realidad nacional el momento histórico de un país saqueado por sus propios hijos.
Su visión aguda y profunda abraza el conocimiento humano desde su propia esencia.
Es así como este libro te llevará por caminos tan reconocidos que no podrás parar de leer hasta terminar.
El autor, un hombre sensible a la realidad de su país, cuenta a groso modo la realidad del colombiano en un lenguaje profundo, crudo y real.
Emociona saber qué ha sido a través de la lucha y la mirada indiferente que logra levantar la cabeza, respirar y realizar esta producción literaria mientras sobrevive.

Mónica Patricia Hernández Franco
Psicóloga Clínica
Manizales, Colombia