El buen uso del amor romántico
Si me odias, es porque me amas
Autor: | de la Pava Ossa, Arturo |
Concluyo que la vida de amor de pareja tiene sólo tres destinos:
- O las crisis eternas se subliman en una construcción casi poética de lo imposible de vivir en pareja.
- O se ingresa en un infierno, incendio provocado casi siempre por la infidelidad o por la incomunicación sin sentido que lleva a la pareja a producir una paranoia inducida.
- O el tercer destino: la pareja permanece entre ambos destinos, la poesía y la paranoia; en el círculo obsesivo de la eterna compulsión a la repetición (éste es el mundo del inconsciente) de cuya repetición no queremos saber nada, no queremos saber sobre la pasión del gozar sufriendo.
Cuando la novela familiar del neurótico sea escrita desde otra dimensión y el amor romántico desaparezca, se esfumará la novela romántica (por allá en el año 2080), 100 años después del comienzo de la era cibernética. Al igual que el amor romántico, el psicoanálisis también desaparecerá… y ¿desaparecerá también el sexo compartido o aquel sexo que pide contacto físico? ¡Qué habrá sorpresas, las habrá… ya las hay! Porque el sujeto se constituirá de otra manera. Lo que permanecerá a pesar de la invasión y el imperialismo de la cibernética, es que el sujeto siempre tendrá que buscar alternativas para poder soportar la levedad de su existencia.
La dinámica de la entrada del ser en lo Simbólico para devenir sujeto hablante se logra porque el Otro (la madre y la cultura) desea inscribirlo en la función de la palabra y en el campo del lenguaje de su “lengua materna”. Esta dinámica, llamada constitución del sujeto, será la misma hoy y siempre, pero hoy no sabemos quién será ese Otro mañana. ¿Quiénes serán aquellos Otros que desearán ese ingreso del ser en la palabra? Es decir, ¿quiénes serán esos Otros que maternizarán al recién nacido en el futuro inmediato? ¿Las mamás robots? Si es así, ¿pasaremos de la ciencia ficción a una ficción hecha realidad presente?
Para mí será el último texto que escribiré con estos argumentos, porque el psicoanálisis tendrá que abandonar este planeta, porque la dinámica de la constitución del sujeto en la era cibernética a finales de este siglo XXI será diferente y se despedirán para siempre el amor romántico y la novela romántica.