Reseña

La publicación de este libro obedece a la convicción de que ser hijo de Dios es una condición a la
que hemos llegado por su misericordia. Pero que no siempre estamos conscientes de esa realidad.
Por eso abordamos el tema con la definición y significado teológico de esa verdad. Mostramos que
dice la Biblia, aunque no creemos que lo expuesto agote el concepto y el proceso que ella enseña
sobre esto.
Dedicamos un capítulo a plantear el cumplimiento del hijo de Dios de ser testigo en nuestro
tiempo y en nuestro medio. La relevancia de esto estriba en que ese es la misión del cristiano y de
su cumplimiento depende la expansión del evangelio.
Pero como hijo de Dios tenemos unos roles específicos en el servicio, por lo que en ocasiones esos
papeles ministeriales nos obnubilan y nos olvidamos de la realidad. Si bien ministramos en la
predicación, en la labor pastoral o en la música, todo es consecuencia de ser hijo de Dios. Así que,
analizamos estos papeles ministeriales bajo esa óptica. También incluimos un capítulo para
reflexionar sobre el desenvolvimiento que el creyente tiene en la vida secular y en la iglesia local,
de tal manera que no deje de vivir como un ser humano normal, con momentos de alegría y
recreación, pero siempre con la impronta de hijo de Dios.