Reseña

“Colombia, es el país más rico del mundo y con mayor diversidad de especies
de mariposas diurnas, muchas exclusivas que no se encuentran en ningún otro
lugar”, según publicación del Museo de Historia Natural de Londres…
Una manera de conservarlas, es la zoocría dentro de criterios de
Biocomercio sostenible, que protege las especies y su entorno natural
y mejora las condiciones de vida de los campesinos, al ofrecerles
ingresos adicionales con su trabajo, como lo ha demostrado ALAS DE
COLOMBIA, mariposas nativas Ltda., con su modelo productivo que
permite a los productores, en su mayoría mujeres cabeza de hogar,
trabajar desde sus casas, donde atienden sus hijos y crían mariposas.
“Nuestra historia con ALAS”, narra le resiliencia de familias que
han persistido en la actividad, a pesar de guerrilla, burocracia y
dificultad de género, para transformarse en mujeres empoderadas
de su trabajo y valor en la sociedad, hasta encontrar el apoyo de
autoridades ambientales que entienden que “La conservación de la
naturaleza, solo es posible cuando va de la mano del desarrollo humano”.
Recopila recuerdos de 20 años de trabajo, para tener un
Negocio Verde que creó un nuevo renglón de exportaciones
no tradicionales para Colombia, con más de 2.300 envíos a 15
países del mundo, que lo conocían por narcotráfico y violencia.
Solo se puede conservar lo que conocemos y la magia de las mariposas
llega a manos de miles de colombianos con novedosos regalos
vivos -que propenden por la conservación de estos importantes
polinizadores- para disfrutar “El milagro de la vida” al verlas
nacer, dejarlas en libertad y llevar sus deseos en sutil vuelo.
El país más biodiverso por kilómetro cuadrado, con 311 tipos de
ecosistemas continentales y marinos que debemos conservar y
tantas necesidades de nuestra gente en zona rural, encuentra en el
modelo productivo para la zoocría de mariposas, una alternativa
real de trabajo en el campo, replicable para nuevos emprendedores.
Colombia, donde nada es fácil, pero todo es posible.