Reseña

Mi vida como Germán Suárez, no tiene una gran historia que contar. Soy un tipo común, solitario y tan silvestre como una yerba en el camino. Es más, nunca he sido el protagonista de mi propia historia. Sin embargo, la historia que sí merece ser contada es la de Pedro Sifuentes, un fanático de los números.
Una noche, un Pedro desesperado, fuera de sí, vino a visitarme para contarme una historia increíble y trágica. Había descubierto un algoritmo que predecía la muerte. Esa historia me hizo reflexionar toda la noche sobre la vida y la muerte. Porque cuando hay vida, tarde o temprano, llega la muerte. Parece simple, pero es el final inevitable de un ciclo. El problema es que uno no sabe con exactitud, cuándo llegará ese día. Todos aprendimos a vivir dándole la espalda a la muerte. Entonces, ¿Qué pasaría si de la noche a la mañana, supiéramos, con cierta precisión, que nuestro encuentro con la parca está más cerca de lo pensado?
Esta es la historia de Pedro y su malévolo algoritmo tal como me la contó, con lujos de detalle y muchas lágrimas. Esta historia empezó cuando conoció aquel edificio nuevo que luego se convertiría en su vivienda y en su maldita tragedia.