Reseña

La palabra, como si estuviera frente a un espejo, en Los escribas de Biblos, desentraña el misterio que subyace en la profunda frase que profirió Hermes Trimegisto: “Así como arriba abajo”. Esta sentencia empleada por Alberto Rahal a lo largo de su obra, abre las puertas del conocimiento y permite que el lector acceda a su propio yo, como acontece al leer Elisea Capabianca, Grandes inventos y descubrimientos de Giacomo Capabianca, o descubra que en La púrpura de Tyro existe un secreto que se desvela. En Los escribas de Biblos, como en la alquimia, lo semejante atrae a lo semejante para conducirnos a ensayos que desarrollan propuestas contundentes sin postulados rígidos. Así acontece en La prehistoria del cine. Finas fibras donde el autor no deja nada al azar: con la poética de la reflexión, urde la trama que afirma que eso llamado vida no es una normalidad.
Jaime Londoño