Reseña

La voz de Andrea es un susurro, un eco, un palpitar recurrente, armónico y vibrante, adentrarse en su imaginación es cruzar un camino que nunca te traerá de vuelta porque su ola nunca hace stop en el mismo lugar.

Sus letras están cargadas de dolor. Cada página es una daga que atraviesa lo mismo el corazón o las entrañas. ¿Pero qué es la vida si no la repetición de instantes de duelo? Ella conoce y abraza las despedidas. Enseña que los vuelos son siempre sin regreso y por eso, deben ser siempre por lo alto.

Sus letras se pasean armónicas por sus poemas, siempre cautas, hábiles y certeras. No existe el azar en sus magistrales pretensiones porque la intención poética de Andrea es ponerle color a las cosas que si se pronuncian, duelen. Por eso sus palabras son un antídoto, una armadura, a veces, un disfraz y la mayor parte del tiempo, un consuelo.