Reseña

En julio del presente año, se cumplen 30 de haber conocido a la escritora ocañera, residenciada en Barranquilla, Yajaira Pinilla Carrascal. Desde entonces, iniciamos un camino con el so pre-texto de la literatura que nos llevaría a forjar una amistad. Éramos jóvenes y niñas aún, soñadoras, de risas libres, de perseguir atardeceres cerca del que en ese entonces era un muelle camino a un futuro profesional. Sin embargo, fue la poesía que de alguna forma hiló el tiempo para sostenernos cosidas con alas de hermandad.

Comencé a leer los textos de Yajaira Pinilla Carrascal, en el año de 1992. Recuerdo que me dije “quiero escribir como ella”, admiraba su forma “fácil” de armar imágenes y figuras literarias; de manera sencilla, pero con gran profundidad y emoción, como el estilo peculiar al momento de recitar sus versos. Tiempo después, al leer a Borges, comprendí no solo algunas de sus frases, sino la poesía de Yajaira. Dijo el escritor argentino “Yo escribo con mucha torpeza, con mucha dificultad. Generalmente las frases que parecen muy sencillas y muy espontáneas me han sido dadas después de muchos borradores, después de muchas tacha-duras”. Comprendí que no era que le resultara fácil, sino que era una poeta dedicada.

En estos veinte años de camaradería literaria y hermandad, la he visto crecer sin tanto ruido, pero con pasos acerta-dos. Cada libro publicado da cuenta de ello. En su haber, estos títulos: “Coti-dianidad”, “Sonidos del alma”, “Poemas al aire” y este, “Destilando palabras”, el cual incluye poemas inéditos, y de cada libro. Además, un libro de cuentos, por-que Yajaira no solo escribe poemas, también narrativa.

Así que, paso a referirme a este libro, “Destilando palabras”, no como la mera presentación de un poemario, sino co-mo poesía y autora, como una sola, in-tegral, como algún día me referí a Mei-ra Delmar y, dirán que estas son pala-bras mayores, por cuanto Meira es la poeta de poetas de las escritoras ba-rranquilleras, pero sucede que Yajaira es el prototipo de mujer poeta que lo que escribe corresponde con su andar sin prisas, su hablar pausado, su mirada nostálgica, sus textos reposados y su boca libre de veneno o ego, como sucede con una gran mayoría de escritores; ella va por la vida sin pretender sorprender a alguien con sus versos. “Destilando palabras”, en voz de su autora, es “un conjunto de poemas que han pasado por el alambique de mi pensamiento, para recoger emociones, vivencias, anhelos, paisajes. Ellos guardan en su esencia parte de la existencia, ellos tejen mo-mentos de soledad, ruido, silencio”. La autora solo busca desde lo profundo de su ser, liberarse de las palabras que la habitan. Disfrutar, como diría, Truman Capote, “de la música que hacen las palabras, del canto alado del poema en el oído”.

Referenciar a Borges en mis palabras, no es idea suelta; Yajaira es una admi-radora de este escritor argentino, tanto así que el libro incluye un poema inspi-rado en él. “...La tarde nubló tus ojos/pero te dejo alas/para que volaran tus sueños…”. A lo largo del poema, la autora hace referencia de cómo la ce-guera en Borges le impidió ver otra vez el amarillo, pero no el mirar adentro y expresarlo en sus escritos.

Aunque parecieran ser todos versos con arrullo, en la mayoría del tiempo al leer el libro, uno se encuentra con versos que conmueven, porque ella no solo hace referencia a su mundo interior, sino a todo lo que ve y le duele. Es una observadora doliente de la realidad, las calles, la gente, su gente, su propia vida, pero también es una poeta orgu-llosa de su tierra, de sus ancestros y los exalta a través de su poesía.

Cierro mi presentación sobre este nue-vo poemario de la escritora Yajaira Pini-lla, con la última parte del libro, con esos poemas que, desde década y media atrás es reconocida y querida por su poesía, sobre todo, con aquel poema titulado “Campeón”, el cual ha sido de-dicado por muchos padres a sus hijos.

Disfruten de ese y todos los poemas que contienen este destilar de palabras; el decantamiento, téngalo por seguro, será de buena uva, de buen mosto, añe-jo, intenso, inolvidable, cada verso, cada poema, este libro.

Dina Luz Pardo Olaya
Escritora colombiana