Reseña

Evaluar es comenzar a mejorar. Tal premisa se cumple en hechos cuando la evaluación se asume con rigor metodológico y con el cúmulo de experiencias venido de miradas diversas de investigadores o expertos. El resultado, en una institución o empresa, es un avance que se soporta en procesos objetivos que le permiten cuantificar, cualificar y valorar su funcionamiento.
 Ahora, en el contexto de la pedagogía la producción teórica y práctica sobre el currículum ha dado lugar a la evaluación curricular como una forma de develar las tensiones, los avances o retrocesos ocurridos en el trayecto del Qué, el Cómo, el Con qué y el Para qué del currículum; de ello, dan cuenta los numerosos y variopintos estudios que apuntalan este desarrollo actual de la evaluación curricular. Entonces, la evaluación curricular es un proceso propio del currículum. Es uno de los aspectos que dinamiza al currículum, que lo hace “mover” hacia cambios, a veces profundos, que impactan con gran riqueza la esencia curricular que da vida a una institución educativa.
De lo anterior, deriva la responsabilidad institucional de lograr cada vez mayor coherencia y pertinencia en su ejercicio con la evaluación curricular como el proceso investigativo que descubre falencias y fortalezas y orienta futuro. Así pues, resulta ineludible que la formación y la educación estén vinculadas estrechamente con la evaluación y la valoración.
En ese orden de ideas, es evidente la importancia de la evaluación curricular para los procesos educativos y formativos, entre otras razones, porque permite tener conocimiento de lo que sucede en ellos; así, los cambios o ajustes a la organización curricular repercuten en gran medida en la institución; es decir, que se confirma la conexión entre el currículum, la evaluación curricular y la institución vista de manera global. Se trata de una mirada integradora en la cual se valoran las vivencias de gestión académica, las orientaciones pedagógicas y de gestión del currículum, como también la forma en que el quehacer institucional responde a las políticas y lineamientos de la normativa nacional e internacional para apuntar a la calidad y al mejoramiento continuo.
En el escenario anterior, en este trabajo Sistema de evaluación de programas curriculares, aplicado en la Universidad de Manizales, hay discurso y práctica en torno al asunto de la evaluación curricular. Aquí, estudios con visiones diversas se complementan para mostrar aspectos teóricos y metodológicos de las concepciones curriculares y de la trayectoria de los sistemas de evaluación curricular.
Finalmente, esta obra plantea también que la evaluación curricular debe ser sistemática, rigurosa, procesual y holística; una actividad permanente que convoque actores académicos y varias dependencias de la institución para que asuman la evaluación curricular como un proceso continuo de investigación participativa y colaborativa.