Reseña

Los poemas que componen La calle del error de Juan Manuel Roca transitan entre las orillas del cantar y del contar para acercarnos a nosotros, sus lectores, a una tercera orilla gobernada por formas e imágenes interiores. Una carretera que se despliega cinematográficamente como en un cuadro de Hopper o en una novela de Kerouac, o el sonido de blues de una jam session pintan un paisaje que descubre no sólo el valor estetizante de la poesía, la belleza del lenguaje, sino que también el pensamiento de su autor. Las imágenes e ideas que pueblan los derroteros de la poética de Juan Manuel Roca expresan la coherencia de una obra que tiene sus constantes en la muerte, en las máscaras que se esconden tras falsas efigies, en la advertencia contra los obedientes y los tibios, y en la falta de certezas que nos habita. Juan Manuel Roca nos canta y nos cuenta que "entre la calle de las certezas / y la avenida de la soberbia, / preferí cruzar / por la vereda del error", aunque eso signifique recibir los fustigazos de los duros golpes que nos depara la vida, como cantara y contara César Vallejo. Quizás son pocos o tal vez sean muchos, pero son. Y, a pesar de ello, sin duda es preferible cruzar por la vereda del error; porque, como nos cantara y contara Gonzalo Rojas, “lo único irreparable es el hastío”.

María Luisa Martínez M