Marduk, el majestuoso
Autor: | Cuéllar Castaño, Orlando |
Leer a Orlando Cuéllar Castaño, es hacer un delicioso paseo por intrincados lugares en los que todo puede ocurrir, pero que sin duda, será una experiencia única que logra envolver al lector y llevarlo al entorno en el que se desarrolla la historia por muy fantástica que sea; es buscar en nuestros más íntimos recuerdos las historias de nuestros abuelos que se quedaron grabadas en un rinconcito donde se guarda todo lo querido con "La llave Mágica" y se atesora como esa casi siempre primera "Palabra de cuatro letras" que de emoción llena a sus padres al pronunciarla, que sólo siendo un infante guarda en su pecho: papá o mamá y es así como jamás podrá olvidar "La casona de la hermosa mujer" que entre sus brazos mostró seguridad cuando incontrolable y temeroso despertaba de "Mi peor pesadilla". La conexión que genera este texto con el lector no es más que alimento para el alma donde "Los elementales de la naturaleza" juntan sus cuatro poderes para mantener en equilibrio nuestro cosmos y hacer que "Los espíritus longevos" que guardan el territorio se paseen por nuestros mismos senderos y dejen huella del animal que más deseamos ser como escribe el autor y, simplemente al ver las huellas digamos: "Por aquí pasó el gato" o como diría Orlando: "Marduk, el majestuoso".
Tocar el corazón con una palabra podría considerarse fácil, pero tocar el alma al punto de hacer rociar nuestros rostros sólo se puede cuando se habla de un amigo incondicional y quienes tenemos o hemos tenido una mascota sabemos que son mucho más que eso y, pensaba yo que era el único que hablaba y compartía con mi perro, al punto de llegar a creer que los dos nos entendíamos simplemente con hacer miradas; un abrazo y una lamida sella el pacto que hace majestuosa la relación con Marduk, dando por creída la leyenda del dios babilónico, de la última generación de Mesopotamia.