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ISBN 978-958-53768-2-3

La Filosofía del Derecho y el Revés en Colombia
Análisis histórico de la influencia de los sistemas filosóficos del Derecho en Colombia

Autores:Cuervo Polania, Jose Joaquin
Guzmán Villanueva, Roberto José
Colaborador:Guarnizo Ante, Fredy Javier (Coordinador Editorial)
Editorial:Fundación de estudios superiores monseñor Abraham Escudero Montoya “FUNDES”
Materia:340 - Derecho
Clasificación Thema::LAB - Metodología, teoría y filosofía del derecho
Público objetivo:Enseñanza universitaria o superior
Disponibilidad:Disponible
Estatus en catálogo:Próxima aparición
Publicado:2021-12-30
Número de edición:1
Tamaño:320Mb
Soporte:Digital
Formato:Pdf (.pdf)
Idioma:Español

Reseña

Los debates, los diálogos, los aportes doctrinales y jurisprudenciales nos han llevado a establecer una identidad constitucional y un cariz jurídico, en ellos se expresa y se recibe la filosofía del derecho que ha tenido la mayor influencia en la construcción de los elementos materiales y formales de nuestra cultura jurídica. La relevancia de las ideas jurídicas nos viene de sus usos concretos para tratar de trasformar una realidad, una realidad que ha sido violenta, inequitativa, asimétrica. Deberíamos preguntarnos: ¿Las ideas de la filosofía del derecho a través de la historia de Colombia nos han podido ayudar a crear comunidad política? La respuesta desde el marxismo podría darse desde la misma definición de derecho conflictualista: “El derecho y las relaciones jurídicas no son más que el reflejo de las condiciones económicas de la vida de la sociedad, y no pueden deducirse ni explicarse por sí mismos ni por la llamada evolución general del espíritu humano” (Marx). El contenido del derecho está determinado por las relaciones económico-sociales, por las condiciones materiales de existencia de la clase dominante. El derecho así concebido sólo podría describirse entonces como una superestructura para mantener el statu quo. Pero más allá de la condición ideológica con la que se quiera definir el derecho y lejos de querer presentar los sistemas universales de filosofía que influyen en la construcción de la comunidad política y jurídica, de forma dogmática y acrítica, permanece una inquietud histórica de análisis: los verdaderos alcances y límites de nuestra reflexión filosófica sobre el derecho. Filosofía del poder como sinónimo de discurso de dominación o filosofía del derecho crítico y constructor de democracia y sociedad.

El abordaje no será simplemente una descripción fenoménica de las ideas filosóficas del derecho o de la justicia, a veces impregnada de estimativa o ética jurídica, a veces de epistemología de la ciencia del derecho, se trata de una labor que pretende mostrar la complejidad y la diversidad de la evolución histórica, observada en las distintas épocas, en particular en Colombia como receptora de ideas y sistemas, algunos puestas y otras impuestas, en la Colombia colonizada y dependiente pero con el signo de una dialéctica emancipativa de la libertad. Queremos encontrar explicaciones plausibles de los modelos históricos y concretos que han tratado de ser las condiciones que han hecho posible la armonización de los arbitrios para la consecución de la paz, todo ello afianzado en un deseo perenne y universal de libertad.

El enfoque será deconstructivo y crítico, tratando de encontrar lo complejo, lo alternativo, lo adecuado para crear unas condiciones de convivencia y de organización social, reconstruyendo los puntos de encuentro entre moral y derecho, los contenidos concretos e inasibles o metafísicos del derecho, lo dogmático y lo propiamente crítico, las acciones e interacciones humanas con contenido normativo, la justificación y relevancia de la ley, la educación, la costumbre y hasta la valoración de la palabra del juez. Repensar todas las instituciones materiales del elemento cultural llamado derecho a través de la historia.

Analizaremos los diálogos entre autores, los diálogos de los autores con la realidad de su tiempo, la recepción de los sistemas filosóficos del derecho, nuestra actitud de acogida o rechazo de algunas ideas filosóficas referidas al derecho, su capacidad (la de la filosofía del derecho) de patentar u ocultar una realidad subyacente, nos preguntaremos sobre la posibilidad de la existencia de una filosofía latinoamericana o colombiana propiamente dicha, nuestra originalidad productora de filosofía o la simple capacidad receptora de ideas que podemos tergiversar o de las que podemos concebir interpretaciones propias y sui generis.

Confieso que un escrito como el que tiene entre sus manos, una investigación de este talante no se ahorra la angustia de autocriticarse, de saber si lo que se debe hacer es presentar una serie de autores y sistemas de pensamiento sobre la justicia, sobre el estado, sobre la política como fundamentos de las instituciones judiciales y materiales de la cultura que ya están predeterminadas y formuladas o si más bien debe seguir siendo un saber crítico y constructivo de las formas de justificación del poder de quienes lo proponen como saber único y como sentido común al que todos deben acatar. Si la justicia es hacer lo que cada cual debe de hacer en la clase a la que pertenece, si la justicia está develada en la naturaleza, si la justicia es la voz y la voluntad y el ejercicio del poder del más fuerte y el derecho fuera un instrumento para normalizar y regularizar esa idea, entonces creeríamos que también el derecho es un orden justificativo del statu quo. Si es verdad que todas las sociedades tienen necesidad de justificar sus desigualdades desde la ideología y desde el derecho el edificio político y social en su totalidad amenazaría con derrumbarse. Por eso en cada época se genera un conjunto de discursos e ideologías que tratan de legitimar la desigualdad tal y como existe o debiera existir, así como describir las reglas económicas, sociales y políticas que permiten estructurar el sistema. Los relatos dominantes tienen que tener al pensamiento jurídico de su lado, a veces coactivo, a veces engendrando miedo, casi siempre ordenando, casi siempre imperando la amenaza del “dura lex, sed lex”. El derecho no ha sabido ser el aliado del pobre, del hombre de a pie, sigue siendo un instrumento de defensa de los privilegios y de los privilegiados, de reproche y culpa de los que se consideran sin méritos. ¿Qué tal que la cacareada filosofía del derecho fuera sólo ideología sostenida y discurso justificativo de la desigualdad? ¿Qué tal que fuera un discurso de erudición para justificar la posibilidad de discriminar entre quienes pueden ser considerados ciudadanos y quienes no?.

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