Reseña

Estamos hechos de historias. Ya lo diría Eduardo Galeano, y la premisa es más que acertada para hablar de este libro en el que ellas, las historias, escapan de la bruma cotidiana dando paso a lo más profundo y humano de sus protagonistas. Historias de amor, de olvido, de amistad, de lucha, historias de dolor, de solidaridad. Historias que merecen ser contadas.
A través de varios años de ejercicio profesional e incontables procesos legales, se fueron acumulando como folios silenciosos de experiencias y sentires que aguardaban la Esperanza de encontrar una voz que mostrara que ante las injusticias es posible actuar, una voz de complicidad o tal vez de catarsis y empatía, porque más allá de la ley y la norma siempre habrá un ser humano intentando continuar o reescribir la historia de su vida. Madres huérfanas de los hijos que perdieron, hijos que buscan a sus padres perdidos entre el vicio o la depresión, un abogado poeta enamorado de una princesa o una mucama que busca ante todo limpiar su buen nombre, son los matices de una obra variopinta que puede ser tan esperanzadora y dolorosa como la vida misma.


David Calderón